La arquitectura es un proceso que permite la generación de espacios
habitables, se dice que está viva cuando, tras finalizar su construcción y comenzar
a habitarla, sigue instalada en un proceso de transformación e
interacción con los que la habitan y con el
medio en el que se sitúa.
Como proceso, la ciudad y la arquitectura,
evalúan constantemente la información que reciben y emiten, y tienen capacidad
para analizar sus acciones en el tiempo.
Quizás la primera reflexión que ha presentado
la arquitectura reciente como hecho distintivo es el dilema entre procesos y
diseño, aplicado a todas las herramientas o documentos que definen los objetos
arquitectónicos. La
arquitectura no acaba ni comienza en el escaso tiempo del proyecto, sino que se
extiende en el tiempo. Ha pasado de estar definida
únicamente por las paredes que prescriben sus dimensiones , su materialidad, a
estar caracterizada poro sus acciones, los acontecimientos o los programas que en ella ocurren, el propio
debe entonces entenderse como proceso temporal en el que los avatares y los
agentes que van a intervenir se convierten en nuevo datos, referencias o
interferencias.
La propia geometría se revela un instrumento con poco control o
incluso una rémora para controlar la forma. No tienen relaciones de causalidad. No estamos
abogando por una definición de la forma a través de la función, porque esta
también se ve afectada por los procesos temporales.
Ejemplo, proceso de construcción de la Torre Eiffel en Paris.
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